Tuesday, September 8, 2015

Clase 1 Introduccion al curso


Primera clase de entre otras muchas que estan por venir. La emocion esta en el aire y se puede respirar nerviosismo incluso antes de entrar en la propia clase: 
Analisis de la forma, el color y la luz. Clase 312, Aulario 3. 

Todavia nos estabamos acostumbrando a ese nuevo ambiente, el universitario, ya nada era como antes. Nueva vida. Todos estabamos intentando asimilar todo aquel bombardeo de dudas y emociones cuando entro a clase la que seria nuestra profesora de aquella asignatura. Habia cierta expectacion de como seria. En un primer momento se me antojaba una persona seria pero pronto veria las cosas de otra manera. La profesora comenzo a hablar sobre su trayectoria profesional y academica. Al parecer esta mas alto de lo que uno se supondria de primeras. Comenzo a narrar su vida desde el minuto uno y, entre muchas de las historias que empezaba a recitar se hallaba la vida de un arbol en 100 dibujos, el coloreado en una casa  dividida entre alemanes y espaƱoles, armarios divididos en 13 piezas... y otras historias varias. Su nombre era, es Maria Jesus Abad Tejerina. Mi impresion sobre ella poco a poco iba mejorando por momentos. La chispa se prendio en el momento justo que fue a beber de su botella, haciendo creer, por unos segundos, a todos sus alumnos, incluido yo, que mostraria alguna de sus obras. En el momento en que nos dimos cuenta de nuestra ridicula ilusion comenzamos a estallar en carcajadas. Si supongo bien, creo que ese fue incluso el detonante de todas nuestras impresiones. Primer dia, primera risa. No hay mas. Esa profesora nos tenia. A pesar de su trato tan abierto y amable vimos que tampoco era para tomarla en broma. Entre muchas de sus facultades se hallaba el de exigirnos, dandonos a entender que si o si debiamos ir lubricando nuestros motores de estudiantes universitarios. Explico que ya no es como en primaria, ESO o siquiera Bachillerato. En la Universidad teniamos mas autonomia, mas libertad. Pero no creo que por ello tendriamos mas tranquilidad. La Universidad, este grado en concreto, era algo completamente vocacional y que debiamos tener ya desde el principio una actitud profesional, tanto personal como academica. No bajar la guardia. Pues eso supondria nuestra caida.

Ya acabando sus explicaciones creimos que no podria haber nada inusual en aquella clase. La profesora nos demostro justo lo contrario. Comenzo a dividir a la clase por las iniciales de sus nombres, aquello fue un autentico arranque de curso. Casi al estilo del Club de los poetas muertos. Simplemente maravilloso. Primero Lauras, luego Irenes, luego Carmenes, luego Sergios, luego los de nombre unico (Elias, Federica, yo mismo) y luego los chicos en nombre alfabetico tras los cuales se agruparian el resto de alumnos. Fue un autentico puntazo para la profesora, tras el cual empezamos a sentir buenas vibraciones, no solo de la clase ni de la profesora, de la universidad. Una pena que no pudiera realizar fotos de ese momento. Por lo menos permaneceran todavia vestigios en mi memoria de aquello tan agradable. Y eso en verdad, se agradece.



Pedes in terra ad sidera visus.
(Los pies en el suelo, la mirada en el cielo.)

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